Recuerda que no estás retrocediendo, estás integrando. La curación no es lineal. Algunas “recaídas” son necesarias para ver más claramente lo que aún necesita atención. Vuelve al por qué comenzaste, celebra los pequeños logros, y confía.

La tartamudez aumenta más en situaciones de presión porque está muy relacionada con el sistema nervioso. Cuando sientes ansiedad, tu cuerpo entra en modo de defensa, y eso afecta tu fluidez. También hay condicionamientos mentales asociados a experiencias pasadas que activan el bloqueo al estar frente a ciertas personas o contextos. Aprender a regular tu sistema nervioso y cambiar la narrativa interna es clave.

Sí, es posible mejorar por cuenta propia, especialmente si aplicas con compromiso las herramientas adecuadas. Sin embargo, contar con el acompañamiento de un profesional que haya atravesado este proceso marca una gran diferencia.

Por que cuando estás perdido y no tienes un mapa, es mucho más seguro y efectivo caminar junto a alguien que ya ha recorrido ese terreno.

Es completamente comprensible sentir frustración después de probar muchas técnicas sin obtener resultados reales. Pero lo que encontrarás en este libro es muy distinto a lo que enseñan logopedas o ciertos profesionales que nunca han vivido la tartamudez en carne propia. Cuando recibes orientación de alguien que ha caminado el mismo camino, el enfoque cambia por completo. Este libro te ofrece herramientas que probablemente nunca antes te enseñaron, no porque no existan, sino porque quizás no hayas acudido a las personas adecuadas.

Siempre que quieras solucionar un problema, acudir a una persona que lo haya superado y tenido resultados, es lo que hará la GRAN DIFERENCIA.

Las técnicas y facilitadores del habla, FUNCIONAN, siempre y cuando los uses adecuadamente.